Oporto fue rescatado del caso de Síndrome de Noé de Badajoz. Había sido vendido por unos vendedores ambulantes a un señor en Badajoz que sufría síndrome de Noé.
Cuando este señor falleció todos sus animales quedaron desamparados; pese a que las condiciones donde habían estado viviendo no eran aceptables, las personas con esta enfermedad son incapaces de verlo y realmente procesan un gran amor a sus animales.
Oporto llegó a La Candela junto a cuatro perros que fueron dados en adopción una vez recuperados.
Rafael y él se hicieron muy buenos amigos muy rápido, y pasan el día juntos bajo la atenta mirada de Ceniza.