Fueron rescatados por unos activistas. Y desde entonces no se separan en ningún momento el uno del otro. Además son muy muy cariñosos con el equipo humano de la Candela. La hora del desayuno les hace especial ilusión. Llegaron siendo unos bebés y ahora son todo unos grandullones.

Moon
Moon llegó al santuario tras sobrevivir a un grave maltrato. Ahora lucha con todas sus fuerzas por recuperarse y seguir adelante.