Bombón fue encontrada en la calle, sin chip ni señales de haber conocido nunca un lugar seguro. Llegó al Santuario con una gran batalla por delante. Cuando la recibimos, traía un tumor enorme en la cadena mamaria, tan grande que casi rozaba el suelo al caminar. Ya ha pasado por una primera cirugía en la que fue necesario retirarle tanto el tumor como toda una cadena mamaria. Ahora espera la siguiente intervención: su castración y la extracción de la otra cadena.
A pesar de todo lo que le ha tocado vivir, Bombón no ha perdido su esencia: es dulce, alegre y profundamente cariñosa. Es una perrita mimosa, activa y encantadora, con una mirada que transmite ternura y una elegancia que conquista el corazón con solo verla. Se lleva bien con otros animales y, en este momento, lo que más necesita es paz, amor y apoyo para seguir adelante con su recuperación. Desde el primer día nos tiene completamente enamoradas. Su nobleza, su dulzura infinita y esas ganas de vivir nos hacen sentir que merece lo mejor que este mundo pueda ofrecerle.
Bombón ya está vacunada, testada, desparasitada y con chip, pero aún no está lista para adopción, ya que su proceso médico no ha terminado. Por eso, Bombón está buscando madrinas y padrinos que quieran acompañarla en esta etapa tan importante y colaborar con los gastos de sus cirugías y cuidados. Amadrinar a Bombón es regalarle esperanza y darle la oportunidad de tener la vida feliz y sana que tanto merece.
Sabemos que, cuando su recuperación haya terminado, llegará su momento. Ese día Bombón podrá disfrutar por fin de un hogar donde la quieran tanto como nosotras ya la queremos. Porque, como todas y todos, merece conocer el calor de una familia.