Los bebés de Lisa son unos de los pocos habitantes que han tenido la suerte de nacer en el Santuario, por lo que nunca conocerá el horror que vivió su madre.
Lisa, una cerda vietnamita rescatada de un terrible incendio provocado por el dueño de la finca en la que vivía, que sufría Síndrome de Noe e hizo explotar varias bombonas de butano.
Por suerte, ahora madre e hijos disfrutan cada día conociendo su nuevo hogar, colmados de mimos y amor, con la tranquilidad de saber que están en un lugar seguro donde podrán ser libres.
Actualmente viven una familia de 45 cerdos libres y felices, amadrina a la familia entera para recibir info de estos pequeños tan divertidos.